En el año 1958 Marilyn volvió a Hollywood para rodar Some Like It Hot (Con faldas y a lo loco), con el director Billy Wilder. El rodaje fue un infierno por los injustificados y repetidos retrasos de Marilyn y por sus crisis nerviosas. Tony Curtis y Jack Lemmon acabaron odiándola, y Wilder dijo: "No puedo mirar a mi esposa sin sentir ganas de pegarle por el solo hecho de ser mujer". A pesar de todo esto, su interpretación de Sugar Kane llego a cotas difícilmente superables.
A Marilyn le espera su último film The Misfits (Vidas rebeldes), que, tal como dijo su productor, era un intento de hacer una película perfecta.
El guión era de Miller y la película la dirigió John Huston. La película se rodó en el desierto de Nevada. El sistema nervioso de Marilyn no pudo aguantar la fatiga del trabajo y tuvo que ser hospitalizada durante una semana por agotamiento nervioso. Una vez finalizado el rodaje ese anunció oficialmente la disolución de su matrimonio con Miller.
Después del divorcio, Marilyn entró en una etapa muy depresiva. Conoció a Frank Sinatra, con el cual mantuvo un idilio, pero sin ninguna convicción.
En el invierno de 1961 fue internada en un hospital para enfermos mentales. Una vez recuperada llamó a su segundo marido, Di Maggio, y fue liberada del infierno de la clínica psiquiátrica.En abril de 1962, la Fox, trató de incluirla en su nuevo film Somethings Got to Give. Marilyn demuestró una desconocida disciplina y puntualidad. Mientras el rodaje avanzó, Marilyn asistió al Madison Square Garden a la fiesta de aniversario del presidente Kennedy, y cantó Happy Birthday delante de más de veinte mil personas. Fue la última aparición multitudinaria que hizo. En el descanso del rodaje le hicieron unas espléndidas fotos desnuda que rápidamente dieron la vuelta al mundo. El 1 de junio el equipo le obsequio una fiesta de aniversario. Una semana después fue despedida por "violación voluntaria de contrato", y la Fox la demandó por un millón de dólares. La noche del 5 de agosto de 1962, Marilyn, en lugar de ir a una fiesta a casa de Peter Lawford, donde seguramente se había de encontrar con Robert Kennedy, con el cual mantenía relaciones secretas, se tomo un tubo de Nembutal. Se sabe que aquella noche llego a llamar a la Casa Blanca, y que el FBI borró todas las cintas con sus llamadas telefónicas. Suicidio? Accidente? Complot? Trágico final para una estrella que a sus treinta y seis años se encontraba, en opinión de Andy Warhol, en óptimas condiciones para convertirse en la "primera gran directora de la historia del cine".
Nadie ha conseguido aún desvelar los secretos sobre la trágica muerte de Marilyn, pero Peter Lawford fue el hombre que llegó a saber más cosas del asunto. Fue el mismo que no respondió a la última llamada de ayuda de la diva. ¿Por qué?
Dejando aparte todo lo que se diga sobre su muerte, sea verdad o sea producto de una explotación que se renueva cada año o se autoalimenta cuando llega el aniversario de su muerte, su desaparición fue muy sentida, marcó el principio y el fin de una época.
A Marilyn le espera su último film The Misfits (Vidas rebeldes), que, tal como dijo su productor, era un intento de hacer una película perfecta.
El guión era de Miller y la película la dirigió John Huston. La película se rodó en el desierto de Nevada. El sistema nervioso de Marilyn no pudo aguantar la fatiga del trabajo y tuvo que ser hospitalizada durante una semana por agotamiento nervioso. Una vez finalizado el rodaje ese anunció oficialmente la disolución de su matrimonio con Miller.
Después del divorcio, Marilyn entró en una etapa muy depresiva. Conoció a Frank Sinatra, con el cual mantuvo un idilio, pero sin ninguna convicción.
En el invierno de 1961 fue internada en un hospital para enfermos mentales. Una vez recuperada llamó a su segundo marido, Di Maggio, y fue liberada del infierno de la clínica psiquiátrica.En abril de 1962, la Fox, trató de incluirla en su nuevo film Somethings Got to Give. Marilyn demuestró una desconocida disciplina y puntualidad. Mientras el rodaje avanzó, Marilyn asistió al Madison Square Garden a la fiesta de aniversario del presidente Kennedy, y cantó Happy Birthday delante de más de veinte mil personas. Fue la última aparición multitudinaria que hizo. En el descanso del rodaje le hicieron unas espléndidas fotos desnuda que rápidamente dieron la vuelta al mundo. El 1 de junio el equipo le obsequio una fiesta de aniversario. Una semana después fue despedida por "violación voluntaria de contrato", y la Fox la demandó por un millón de dólares. La noche del 5 de agosto de 1962, Marilyn, en lugar de ir a una fiesta a casa de Peter Lawford, donde seguramente se había de encontrar con Robert Kennedy, con el cual mantenía relaciones secretas, se tomo un tubo de Nembutal. Se sabe que aquella noche llego a llamar a la Casa Blanca, y que el FBI borró todas las cintas con sus llamadas telefónicas. Suicidio? Accidente? Complot? Trágico final para una estrella que a sus treinta y seis años se encontraba, en opinión de Andy Warhol, en óptimas condiciones para convertirse en la "primera gran directora de la historia del cine".
Nadie ha conseguido aún desvelar los secretos sobre la trágica muerte de Marilyn, pero Peter Lawford fue el hombre que llegó a saber más cosas del asunto. Fue el mismo que no respondió a la última llamada de ayuda de la diva. ¿Por qué?
Dejando aparte todo lo que se diga sobre su muerte, sea verdad o sea producto de una explotación que se renueva cada año o se autoalimenta cuando llega el aniversario de su muerte, su desaparición fue muy sentida, marcó el principio y el fin de una época.
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